Las tribus indígenas de Norteamérica se caracterizaron por vivir en armonía con su entorno, pero sus valores, costumbres y creencias chocaron con la ambición del «hombre blanco». La injusticia de su historia se ha transmitido a través de la palabra, como muestran los discursos que recogemos aquí. En un itinerario que comienza a principios del siglo XIX, oímos a Casaca Roja rechazar la religión impuesta y al famoso jefe Seattle pronunciar el texto que fue para muchos el primer gran altavoz en defensa de la Naturaleza. Escuchamos al jefe Joseph lamentar la pérdida de su gente y a la joven Ruth Muskrat reivindicar su cultura. Dado el momento actual, en el que se impone un cambio de paradigma, estos textos cargados de sabiduría se convierten en referentes necesarios para cambiar nuestra relación con el entorno. «La tierra no se puede poseer; es el hombre quien pertenece a la tierra.»
VENTURA Y DESGRACIA DEL HOMO SAPIENS
$12,000La idea central de este libro es reestudiar el mito del paraíso y la caída de la humanidad que se narra en los primeros capítulos de la Biblia, e investigar hasta qué punto lo dicho en el lenguaje propio de los mitos coincide con lo que enseña la antropología moderna sobre el Homo sapiens paleolítico y la posterior revolución agraria de la que emergió el fenómeno social de la civilización. Las reflexiones que aquí surgen comienzan por reconocer que todos los pueblos del mundo tuvieron ancestros que vivieron en un estado de plenitud que sus descendientes posteriormente perdieron. Las aptitudes que demuestran haber tenido constituyen el fundamento sobre el que se construyeron los numerosos mitos del paraíso que registra la historia. Si nuestros ancestros paleolíticos no hubiesen sido seres íntegros, ni tenido un vasto conocimiento del mundo en que vivían, si hubiesen vivido en permanente conflictos con bandas rivales, nuestra especie se habría extinguido hace muchos miles de años.