Si reúno estos ensayos en un mismo volumen es porque advierto numerosos puntos de contacto entre ellos, los que de una u otra manera dicen relación con la estructura y tendencias de la cultura contemporánea, especialmente en su transculturación hacia nuestra sección del planeta, así como con mis propias parcialidades de sujeto pensante. En el fondo de mis disquisiciones se asienta una crítica que yo aspiro a que sea ecuánime de la modernidad, a la que entiendo inmensamente cuestionable en su magnitud instrumental si bien no en la emancipadora. Concuerdo en efecto en que la cultura moderna de Occidente debe ser puesta en el banquillo de los acusados a causa de sus muchas aberraciones, desde una economía capitalista que hoy tiene a más de mil millones de personas viviendo en la miseria, por debajo del nivel de la pobreza extrema, es decir con menos de un dólar y noventa centavos al día, según el absurdo criterio estadístico que para reconocer que alguien es pobre emplea el Banco Mundial, hasta su haber promovido y seguir promoviendo las guerras más horrendas que ha conocido la historia del ser humano sobre la tierra.
ESCRITOS POLITICAMENTE (IN) CORRECTOS
Hablamos de “escritos” entendiendo por tal a “estudios” que conllevan consulta de fuentes y saberes instalados, pero también ensayos más libres que deambulan por opiniones y territorios personales, o por la biblioteca interior que cada quien lleva consigo. Van desde temas de literatura y cultura chilena y latinoamericana, hasta políticas culturales e industria editorial, desde el libro y la lectura hasta cultura popular y cultura de masas. Se trata de escritos políticamente “correctos” o “incorrectos” porque, según el punto de vista del lector, cada quien encontrará de los unos y de los otros.