Un estudio minucioso sobre el lado más inquietante de la condición humana: aniquilar a sus pares. ¿Podemos evitarlo? Sociología de la Masacre es el primer libro de Manuel Guerrero Antequera, hijo de Manuel Guerrero Ceballos, profesor y dirigente PC, una de las tres víctimas del Caso Degollados (1985). El libro indaga en los distintos tipos de violencia y cómo la población se hace parte –o no– de aquellas masacres, una decisión que el autor explica como totalmente racional, en la que siempre se pretende alcanzar un objetivo. En este ensayo, el autor nos expone los puntos característicos de cuatro tipologías de violencia: terrorismo de Estado, violencia de guerra civil, genocidio y exterminio con referencias locales de cada uno. A 50 años del golpe de Estado de 1973 y 38 años del Caso Degollados, esta radiografía de la violencia llega como un ejercicio de memoria imprescindible para que estos sucesos no se vuelvan a repetir. Manuel Guerrero Antequera es una importante figura de la resistencia a la dictadura de Pinochet y por la causa de la defensa de los derechos humanos. Su incansable trayectoria como activista se complementa con su trabajo investigativo en las áreas que vinculan la ética con la producción científica y la bioética. Editorial: Paidós Número de páginas: 180 Idioma: Español ISBN: 978-956-6195-14-6 Formato: 15 x 23 cm. Presentación: Rústica con solapas
QUE SE PUDRAN. EL PARALAJE DE ANTIGONA
$20,000Probablemente no haya ningún texto clásico que haya inspirado más interpretaciones, atención crítica y respuestas creativas que la Antígona de Sófocles. ¿Por qué siguen surgiendo todas estas lecturas y reescrituras? ¿A qué tipo de contradicción -siempre contemporánea- responde la necesidad, la urgencia de releer y reimaginar a Antígona en todo tipo de contextos y lenguajes? Que se pudran. El paralaje de Antígona, de Alenka Zupancic, da vueltas sobre esta pregunta: ¿Qué tiene la figura de Antígona que sigue obsesionándonos? Como puntos de anclaje claves de esta interrogación general, tres “obsesiones” particulares han impulsado el pensamiento y la escritura de la autora sobre Antígona. La primera es la cuestión de la violencia. La violencia en Antígona es lo contrario de “gráfica”, tal y como la conocemos en las películas y los medios de comunicación; más bien es aguda y punzante, va directa al hueso. Es la violencia del lenguaje, la violencia de los principios, la violencia del deseo, la violencia de la subjetividad. También está la cuestión de los ritos funerarios y su papel a la hora de apaciguar la “no-muerte” específica que parece ser la otra cara de la vida humana, su trasfondo irreductible que la muerte por sí sola no puede acabar y poner fin. Esta cuestión lleva a Zupancic a examinar la relación entre lenguaje, sexuali-dad, muerte y “segunda muerte”. La tercera cuestión, que constituye el punto central del libro, es la afirmación de Antígona de que si fueran sus hijos o su marido los que yacen insepultos ahí fuera, los dejaría pudrirse y no se encargaría de desafiar el decreto del Estado.