Si reúno estos ensayos en un mismo volumen es porque advierto numerosos puntos de contacto entre ellos, los que de una u otra manera dicen relación con la estructura y tendencias de la cultura contemporánea, especialmente en su transculturación hacia nuestra sección del planeta, así como con mis propias parcialidades de sujeto pensante. En el fondo de mis disquisiciones se asienta una crítica que yo aspiro a que sea ecuánime de la modernidad, a la que entiendo inmensamente cuestionable en su magnitud instrumental si bien no en la emancipadora. Concuerdo en efecto en que la cultura moderna de Occidente debe ser puesta en el banquillo de los acusados a causa de sus muchas aberraciones, desde una economía capitalista que hoy tiene a más de mil millones de personas viviendo en la miseria, por debajo del nivel de la pobreza extrema, es decir con menos de un dólar y noventa centavos al día, según el absurdo criterio estadístico que para reconocer que alguien es pobre emplea el Banco Mundial, hasta su haber promovido y seguir promoviendo las guerras más horrendas que ha conocido la historia del ser humano sobre la tierra.
PEQUEÑO MANUAL FILOSOFICO PARA PERSONAS EMOTIVAS
$18,900«Dedico este libro a todos los angustiados, los perdidos, los inquietos, los fragmentados.» Hay muchos prejuicios en torno a las emociones, y sobre ellas pesa una gran condena: la de considerarlas vergonzosas, un signo de debilidad. Sin embargo, según la filósofa Ilaria Gaspari y al contrario de lo que se suele pensar, ser una persona emotiva no implica inestabilidad o desequilibrios, simplemente significa estar viva, mostrarse abierta y vulnerable a las experiencias del mundo. La autora realiza un recorrido a través de algunas de nuestras emociones, como la nostalgia, la angustia, la envidia, el remordimiento, los celos, la antipatía y la gratitud, en una guía que, ante todo, nos muestra que las palabras que utilizamos para expresar nuestros males tienen una historia: la de todas las personas que las han vivido, dicho, cantado, estudiado. Tomando como referencia la literatura y a los más grandes filósofos de nuestra civilización, en Pequeño manual filosófico para personas emotivas descubriremos que lo más íntimo también es universal, que las emociones nos sitúan en el linaje de la humanidad y la autora nos insta a reconocernos como seres emocionales, no para dejarnos dominar por las emociones, ni reprimirlas, sino para vivificarlas y dejarnos aconsejar por su criterio. Porque, al fin y al cabo, nuestras emociones, aquello que sentimos, es lo que nos hace humanos.