Si reúno estos ensayos en un mismo volumen es porque advierto numerosos puntos de contacto entre ellos, los que de una u otra manera dicen relación con la estructura y tendencias de la cultura contemporánea, especialmente en su transculturación hacia nuestra sección del planeta, así como con mis propias parcialidades de sujeto pensante. En el fondo de mis disquisiciones se asienta una crítica que yo aspiro a que sea ecuánime de la modernidad, a la que entiendo inmensamente cuestionable en su magnitud instrumental si bien no en la emancipadora. Concuerdo en efecto en que la cultura moderna de Occidente debe ser puesta en el banquillo de los acusados a causa de sus muchas aberraciones, desde una economía capitalista que hoy tiene a más de mil millones de personas viviendo en la miseria, por debajo del nivel de la pobreza extrema, es decir con menos de un dólar y noventa centavos al día, según el absurdo criterio estadístico que para reconocer que alguien es pobre emplea el Banco Mundial, hasta su haber promovido y seguir promoviendo las guerras más horrendas que ha conocido la historia del ser humano sobre la tierra.
1891 AÑO DE SANGRE ebook
$21,700Este es un libro sobre villanos y ciertamente no continúa la ruta del acostumbrado pastoral de ficciones que se abanderizan por la versión típica que se tiene de Balmaceda. Se postula, en cambio, que en él no solo convive lo mejor de nuestros valores históricos, sino también lo peor. Dualidad que en el más íntimo devenir anímico nacional (en ese terreno de valores que la historia juzga en Balmaceda y en personajes como Alessandri, Ibáñez, Allende y Pinochet) ha dividido a los chilenos no solo en 1891 si no como una referencia ineludible en los avatares crueles del siglo XX y XXI.
Los elementos en pugna durante la guerra civil de 1891, las secuelas políticas y su contexto, se nos harán demasiado familiares: una epidemia que sembró el terror y la histeria colectiva en todo el país, manifestaciones sociales con presos y muertos en las calles; una huelga por el precio del transporte, un estallido social generalizado, policías secretas, torturadores, matanzas de obreros, campañas del terror, saqueos, el origen histórico de aquella frase “muerta la perra se acaba la leva”, que para estas alturas ya no tiene dueños si no continuadores, en fin: escenarios concebidos como un tablero, donde no importa sacrificar peones con el fin de ganar la partida.