Hacia 1976, el profesor Antonio Cassese fue nombrado por la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas como relator especial para evaluar la ayuda financiera recibida por la dictadura de Pinochet y su relación con las violaciones de derechos humanos que se cometían en Chile. En 1978 este entregó un informe publicado por Naciones Unidas en 4 volúmenes y 260 páginas. Al poco tiempo de haber sido publicado, cayó sobre este estudio el mismo manto de olvido que ha intentado cubrir e invisibilizar nuestra historia reciente. Cassese destaca que la dictadura estuvo marcada por la represión criminal, pero también por la masiva violación de derechos económicos, sociales y culturales, ambos requisitos indispensables e inseparables para la impune imposición de su modelo económico y político. Cassese hace una división analítica de tres formas de cooperación: (a) préstamos o asistencia económica otorgada por Estados, (b) asistencia económica otorgada por instituciones multilaterales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, y (c) inversiones de privados. Dicho ejercicio analítico le permitió indagar cómo distintas formas de asistencia económica generaban violaciones a los derechos humanos. Mediante el análisis de diversos casos de complicidad económica con la dictadura, el libro establece cómo dichas conexiones contribuyeron a los niveles de desigualdad hoy experimentados en Chile y elabora un marco teórico para su análisis. Además, aporta información y argumentos legales, económicos, políticos, históricos e institucionales en la agenda que involucra a las complicidades económicas en Chile.
OPERACION EXTERMINIO
$18,000La represión a las dirigencias comunistas formó parte del contexto general de la represión al pueblo de Chile, pero estuvo específicamente relacionada con la actividad de resistencia que el Partido Comunista llevó a cabo desde el mismo año 1973. Se trató, por cierto, de una resistencia política, de un conjunto de esfuerzos por desbaratar los controles militares, por evadir la férrea represión que el régimen hizo de las comunicaciones, de la actividad pública, de las agrupaciones sociales, en cada hora del día y de la noche. El libro muestra cómo, en ese contexto extremadamente complejo y lleno de peligros, la orgánica comunista alcanzó los niveles básicos de recomposición de un tejido mínimo para vincular a las bases con las direcciones, para disponer las estructuras de seguridad y, a partir de ello, mantener encendida esa verdadera llama en el desierto que fue la decisión de crear un Frente Antifascista, realizada por la Dirección del partido. Corría 1975. No es una metáfora si se habla aquí de heroísmo. Dos años después, la escena era devastadora: una mayoría de esos dirigentes figuraba en los listados de las organizaciones de derechos humanos en condición de detenidos desaparecidos. Entre ambos momentos se libró un capítulo que hemos podido reconstruir, un trozo eterno de la historia de Chile, un testimonio sobre esos dirigentes, uno a uno, protagonistas de la lucha universal entre la razón y la barbarie.